Mucho se habló últimamente acerca de Google Music, el servicio que pretende subirse a la competencia de la música en la nube. Pero si bien ya sabemos que existieron pruebas internas, vimos su posible aparición en Android, nos enteramos de la compra de PushLife y descubrimos los posibles dominios que utilizaría, todo podría quedar en la nada por culpa de las discográficas.

Según cuentan en The Music Void, algunos rumores indican que el buscador estaría cansado de negociar con las discográficas, en especial Warner Music Group. Este sello quiere fijar un abono anual de 30 dólares (unos 20,75 euros), mientras que Google planea ofrecer la herramienta de manera gratuita para las primeras 500 canciones. Si bien el precio es competitivo, la compañía pretende generar un verdadero impacto, como ya nos tiene acostumbrados.

Aunque las negociaciones continúan con normalidad, Google estaría evaluando tomar medidas drásticas. Mientras que la posibilidad de detener el desarrollo del servicio es muy remota, sí es más probable que se haga el lanzamiento sin acordar las licencias, siguiendo los pasos de Amazon Cloud Drive.

Esto último, aparte de servir como método de presión, podría disparar una importante batalla legal. Lo llamativo es que cada vez más estudios demuestran que este tipo de productos ayuda a incrementar los ingresos de las discográficas, como pasó con Spotify en Europa y Amazon, por lo cual las trabas y demoras afectan a ambas partes. ¿Se animará Google a desafiar a la industria?

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