Tuve la fortuna de poder probar Netflix minutos después de su lanzamiento en la Argentina. A partir de ello, se me propuso escribir mi experiencia como usuario, expresando gustos y disgustos e intentando contrastar con algunos otros servicios disponibles que se le asemejan. Lo que originalmente serían no más de 48 horas de prueba terminó siendo un fin de semana entero de prestarle minuciosa atención a los detalles del sitio web de streaming, de aprender algún truco o dos, y por qué no, de risas y lágrimas.

¿Qué es Netflix?

Netflix es un proveedor de contenidos a través de Internet o, mejor dicho, una compañía que ofrece un servicio en línea que le permite a los usuarios poder ver películas, series de televisión y documentales. Fundada en 1997 en Los Gatos, California, la empresa actualmente ofrece cobertura en países como los Estados Unidos, Canada, Chile, Colombia, Brasil, y Argentina. Cabe señalar que se dió comienzo a la suscripción del servicio de distribución de contenidos en 1999, y hacia el año 2009 ya ofrecían alrededor de 100 mil títulos en DVD (sobre esto, cabe mencionar que no sólo ofrecen el servicio de streaming sino también alquiler de discos de DVD) y sobrepasaban los 10 millones de usuarios. En adición, en abril de este año, la compañía que tuvo muchísimo que ver con la quiebra de Blockbuster dio a conocer la modesta cifra de casi 24 millones de suscriptores.

Básicamente, y para que quede más claro, Netflix es algo así como el popular sitio web Cuevana: ofrece una biblioteca de films y series que pueden ser vistas online. La gran diferencia reside en que Cuevana se encuentra, legalmente hablando, en un lugar "gris", es decir que se aprovecha un agujero legal para funcionar, mientras que Netflix es una propuesta legal, en la que debes pagar una tarifa al mes, y que debe su funcionamiento a las licencias y a las negociaciones con las productoras y con los estudios de cine y televisión (Por ejemplo, en Estados Unidos tienen acuerdos con las cadenas ABC, CBS, NBC, y FOX).

En el caso latinoamericano, Netflix también ofrece la posibilidad de ver películas, films independientes, series de televisión, y documentales a cambio de una cuota de suscripción mensual. Los precios anunciados son: 39 pesos en Argentina, 15 reales en Brasil, 3790 pesos en Chile, 14 mil pesos en Colombia, y el equivalente a 7,99 dólares en Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Venezuela y Ecuador. En todos estos países el primer mes es de prueba, es decir que uno puede suscribirse y usar el servicio por un mes, y darse de baja en cualquier momento (dentro del primer mes) sin pagar. En este momento se ofrece un catálogo acotado pero, según se anunció, se pretende que a fin de año la cantidad de películas se duplique y que puedan adquirir licencias de las productoras y de las cadenas locales.

Por otro lado, este servicio también tiene una suerte de valor agregado. Además de la obviedad que los contenidos pueden ser reproducidos en casi cualquier equipo que cuente con un navegador web, las películas de Netflix pueden –y podrán– ser disfrutadas en dispositivos portátiles y consolas de videojuegos. Por ejemplo, en este momento en Argentina, Netflix puede ser utilizado en Playstation 3 y Nintendo Wii y, según informaron, por ahora no funciona en XBox de Microsoft pero están negociando para solucionarlo:

"(…) la habilitación de XBox depende de negociaciones con la empresa. No hay fechas todavía."

En adición, también se agregó que esperan que su servicio esté funcionando en dispositivos como iPhone, iPad, y gadgets con Android en el mes de noviembre:

"Muchas preguntas sobre dispositivos con iOS: iPod, iPad, iPhone estarán disponibles en noviembre en la región. Para Apple TV no hay fecha"

Primeros Pasos

A partir de aquí les contaré un poco de mi experiencia con este servicio, que debutó oficialmente en la Argentina el miércoles 7 de septiembre. Si bien me había anotado para recibir el newsletter de su lanzamiento, me enteré antes de la noticia gracias a mi línea de tiempo de Twitter.

Inmediatamente, ingresé al sitio, vi que ya podía registrarme, y creé mi cuenta. Sobre esto quiero mencionar algunos detalles:

  • Como mencioné, la cuota mensual es de 39 pesos(más arriba mencioné los precios en otros países latinoamericanos), pero el primer mes funciona como prueba, es decir que si se dan de baja en ese período no se les cobrará.
  • Es necesario ingresar un número de tarjeta de crédito para registrarse.
  • Por el momento, es posible pagar sólo con Visa y Mastercard, aunque se espera ampliar las formas de pago.

Una vez creado el usuario, deberán atravesarse una serie de pantallas de configuración, algo así como un wizard o una guía de pasos muy breves que permitirán la personalización de la cuenta. Dicho de otro modo, deberán responderse algunas preguntas sobre los géneros de películas favoritos, y sobre la disponibilidad de consolas o dispositivos. Con esto hecho, aparecerá la pantalla principal, es decir el catálogo de Netflix y a partir de este momento ya comenzará a notarse la presencia de algunos films recomendados a partir de las respuestas de los pasos anteriores.

Catálogo

Para ser sincero, como muchos de ustedes habrán leído o experimentado, me sentí un poco disconforme o, mejor dicho, un poco decepcionado con este servicio. La primera sensación que tuve al ver el catálogo de películas fue la misma que uno tiene al ingresar a un viejo videoclub de barrio –si es que aún existe alguno–, es decir, de repente me vi rodeado de excelentes películas pero todas con aires viejos y con portadas acumulando polvo. Por ejemplo, algunos de los filmes más "nuevos" que encontré fueron Milk de Gus Van Sant (2008), Sex Drive de Sean Anders (2008), y Changeling de Clint Eastwood (2008), todo lo demás va hacia atrás en el tiempo. Claro que pueden encontrarse maravillas como la trilogía de The Godfather de Francis Ford Coppola, Pulp Fiction de Quentin Tarantino, o Burn After Reading de los hermanos Cohen, pero aún así es muy notable la ausencia de estrenos. Estrechamente relacionado, todavía más rara fue la sección de series: encontré muy pocas de las series que sigo y de las masivamente populares, y me topé con algunas telenovelas viejísimas. Algunos de aquellas series son Mad Men (falta toda la cuarta temporada) , Grey's Anatomy (puede verse hasta la temporada 4 mientras que en los Estados Unidos se estrenará la octava a fin de mes), y Community (sólo la primera temporada), y algunos casos de las telenovelas son la protagonizada por Thalía, María la del Barrio y, por qué no, la clásica Beverly Hills 90210. Lamentablemente, según comentaron, las series estarán disponibles pero con sus temporadas atrasadas para no competir con la televisión por cable. Lo mismo sucedería con las películas, donde habría una demora de un año en los estrenos.

Por otro lado, sí quiero destacar la presencia de algunas series y telenovelas locales, es decir producciones argentinas como La Lola, Ciega a Citas, Vidas Robadas, y Los Simuladores. Resalto éstas con cierto optimismo ya que considero que su presencia es una buena forma de darles promoción y de poder acceder a ellas. En otras palabras, sé que Los Simuladores fue una excelente producción televisiva pero jamás pude verla con tranquilidad y seriedad, y creo que el hecho de que estén en Netflix me motivará a hacerlo en algún rato libre. En relación a esto, tengo entendido que se está negociando para que los usuarios de cada país puedan encontrar contenidos locales, es decir aquellas series y telenovelas que alguna vez viste en la televisión y que se ganaron un lugar en tu corazón.

Por último, también hay una interesante variedad de películas para niños y de clasificación familiar. En esta categoría pueden encontrarse numerosos lanzamientos de Pixar y varios clásicos de Disney.

Experiencia

Aún sintiéndome un poco incómodo con la videoteca, me dispuse a disfrutar de algunas películas con esta publicación como excusa. Lo primero que puedo destacar es que los tiempos de carga son rapidísimos. Si bien esto se debe en gran medida a que cuento con una muy buena conexión a Internet (soy usuario de Fibertel 6MB), es notable cómo con tan sólo hacer un click seremos llevamos casi inmediatamente al filme, es decir sin pasos intermedios, ni tiempos de espera, como sucede con servicios como Cuevana. En adición, hasta ahora no he tenido problemas para ingresar a Netflix, no me he encontrado con servidores caídos, ni nada similar.

Menos favorable fue mi experiencia con los idiomas, con los subtítulos, y con la visualización en alta definición. De cada 10 películas, alrededor de 8 o 9 están dobladas al español. No es que tenga nada en contra con mi idioma pero si hay algo que me irrita es ver una películas dobladas. Es decir, disfruto mucho, muchísimo más de una película en idioma original, con las voces, las palabras, y los diálogos como fueron pensados por sus escritores y directores, aunque tenga que estar acompañado constantemente por las letritas en la parte inferior. Ahora bien, éstas también son una suerte de problema: algunas películas y series no cuentan con subtítulos, limitando a aquellos que no pueden seguir los diálogos en otro idioma o que necesitan del texto como guía, y obligándoles a cambiar el audio a español (o portugués). La buena noticia es que, como sucedió con algunas de las otras ausencias en Netflix, se estima que hacia fin de año este tema sea solucionado, es decir que la totalidad de los subtítulos estarán disponibles hacia el mes de diciembre.

Por otro lado, la alta definición de Netflix aún me tiene un poco confundido. Muchos de los contenidos presentan la opción de activar y desactivar el modo HD (high definition), sin embargo al apretarlo nada sucede. Probé con varios títulos e incluso acudí a una sección especialmente titulada "HD" pero me encontré en la misma situación. Luego, husmeando un poco la sección de configuración de mi cuenta, noté que había una opción para administrar la calidad del vídeo que permite elegir entre la reproducción en "buena calidad", "mejor calidad", y "máxima calidad".

Cambiar esta opción tampoco hizo diferencia alguna, la calidad de las películas que reproducía aún dejaba mucho que desear e investigando un poco descubrí lo siguiente:

  • Hay y habrán títulos disponibles en alta definición pero, en este momento, este modo no funciona.
  • La calidad de los contenidos varían y de ajustan automáticamente de acuerdo a la velocidad de la conexión a Internet (esto es así para evitar cortes en el streaming).

No contento con esto y gracias a los comentarios que circulan por la red, descubrí el siguiente truco que, básicamente, lo que hace es forzar la alta definición. Sólo basta con apretar las teclas “Shift + Control + Alt (Option) + S” cuando estemos mirando una película para que aparezca un menú donde podremos elegir el bitrate deseado. Gracias a este truco sí pude apreciar una diferencia en la calidad de la imagen aunque, como es de esperarse, los tiempos de cargan se hicieron mucho más largos. Las teclas presentadas fueron probadas en un equipo Mac, aunque estimo que también funcionarán en Pc con sus equivalentes.

Finalmente, un último detalle que me gustaría señalar es que, por un lado, Netflix recuerda en qué punto dejamos de ver una película y al volver a reproducirla, automáticamente comenzará en donde la dejamos. Por otro lado, un detalle muy básico pero que está ausente en otros servicios es la posibilidad de adelantar, de avanzar el filme a un momento específico.

Algunas Conclusiones

7/10

Tengo sentimientos encontrados frente a Netflix. Por un lado, como les anticipé, tenía muchísimas expectativas creadas a partir de los comentarios de amigos que viven en los Estados Unidos y que me han hablado maravillas de este servicio. Pero, en el caso latinoamericano o más específicamente argentino, estas fantasías chocaron brutalmente contra una realidad que se quedó corta.

Como muchos de ustedes, desde que descubrí Cuevana este servicio se ha convertido en mi fuente de consumo audiovisual, en mi videoclub virtual de cabecera, y si bien es inevitable la comparación, no hay que confundir. Como mencioné, Netflix es una alternativa legal que viene a competir directamente con otros servicios de streaming hogareño y que pretende luchar contra la piratería, pero sería disparatado pensar que es, en este momento, una amenaza para Cuevana. Paso a explicarme: Netflix llegó e intentará, si se quiere, educarnos en cuanto al streaming legal pero por ahora no podrá igualar la oferta de contenidos de otros servicios que no contemplan mucho los derechos de autor. Dicho de otro modo, es ridículo poner en la misma balanza e intentar igualar a un servicio que, por ejemplo, publica los nuevos capítulos de las series televisivas a horas de su emisión en los Estados Unidos con otro que lo hará con una temporada de retraso. Si se quiere ir más lejos: también es absurdo pensar que alguien optaría por pagar por un servicio, existiendo una alternativa gratuita y más completa. Sin lugar a dudas, para que esto suceda aquél debería ofrecer algo más y a eso quiero llegar.

Muchos sentenciamos a Netflix dentro de las primeras 24 horas de haber sido lanzado: lo acusamos de un lanzamiento prematuro y de una mala inversión. Sobre esto, y siguiendo con el cierre del párrafo anterior, quiero decir que Netflix cuenta con numerosos detalles y herramientas atractivas que, hasta ahora, otros no presentan o que lo hacen limitadamente. Con esto me refiero a que ofrece –y ofrecerá– la posibilidad de disfrutar de contenidos desde las consolas de videojuegos, desde los dispositivos móviles, y aún más atractivo, brindará películas y series en alta definición (aquí la discusión desplazaría su eje hacia qué tan listos están los proveedores de Internet y el ancho de banda). Lo que quiero decir es que ante las notables ausencias en su catálogo, Netflix se ha armado con otros elementos que podrían ser claves para lograr marcar una diferencia y para asegurar su posición en el mercado argentino. En adición, se garantiza su funcionamiento la mayoría del tiempo, evitando que llegue el fin de semana y que el usuario se tope con un sitio web colapsado o con servidores que funcionen intermitentemente.

Al llegar a la Argentina, Netflix se presentó como un oponente de la piratería y como un complemento de la televisión por cable. Con la idiosincracia nacional en una mano y con la viveza criolla en la otra, me doy el lujo de reformular esta frase y de afirmar que será un excelente complemento de Cuevana. La pregunta de oro o del millón sería: “¿continuaré mi suscripción de Netflix luego del primer mes?” Por el momento, sí. Me gusta pensar que, por limitada que sea, existe una alternativa económicamente razonable, más transparente, estable, y con pequeños detalles que alimentan a mi cinéfilo geek interior. ¿Y ustedes?

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