Dentro del panorama de redes sociales profesionales, LinkedIn es un servicio que ocupa un destacado lugar entre los usuarios porque, en no mucho tiempo, ha sabido reinventarse al añadir nuevos servicios que amplifican las posibilidades que tienen los usuarios para interactuar entre sí, hacer networking profesional y, en definitiva, intentar mejorar el estatus laboral. En LinkedIn, desde hace un año, tenemos disponibles páginas para empresas sobre las que podíamos ver los empleados de la compañía (que usaban el servicio) e, incluso, poder contactar con ellos. Realmente, aunque las páginas estaban bien les faltaba cierto movimiento porque no era posible usarlas para conversar con gente que siguiese a dicha empresa, algo que LinkedIn ha solventado ya al añadir la posibilidad de que las empresas publiquen actualizaciones de estado.

La idea es que las empresas, vistas como una entidad, puedan conversar con los usuarios sin tener que forzar a sus propios empleados a escribir desde su perfil. De hecho, la empresa (al igual que ocurre con las páginas en Facebook) define administradores que son los que pueden realizar las publicaciones bajo el nombre de la empresa. Lógicamente, si lo que se busca es fomentar la participación y la conversación con el resto de usuarios, las actualizaciones pueden comentarse, compartirse (amplificando el alcance) o valorarse, instrumentos que en muy buenas manos pueden dar bastante juego. En la trastienda, los responsables de gestionar los perfiles tendrán acceso a herramientas de análisis de impacto con las que poder analizar el trabajo realizado y que les servirán de ayuda a la hora de ajustar la estrategia que estén desarrollando.

Es una gran forma de construir una comunidad con los clientes, potenciales candidatos a trabajar en nuestra empresa, proveedores, etc. Aproximadamente la mitad de nuestros usuarios siguen a un total de 2 millones de perfiles de empresas en LinkedIn

Si hasta ahora las páginas para empresas eran unas estructuras con contenidos estáticos, con esta nueva funcionalidad se vuelven mucho más dinámicas y se convierten en una auténtica ventanilla de información con potenciales clientes, proveedores o futuros candidatos a procesos de selección de la empresa; es decir, que sería conveniente que las empresas prestasen cierta atención a lo que se publica o comenta y, sobre todo, no mantener comportamientos erráticos (ventanas temporales en las que se publica mucho y otras en las que reina el mayor de los silencios).

La verdad es que en apenas un año, LinkedIn ha dado un gran salto al incorporar una estupenda cartera de servicios: páginas para empresas, botón para compartir contenidos, vincular el perfil de LinkedIn a ofertas de empleo, etc, herramientas que bien utilizadas pueden servir para establecer nuevos canales de comunicación y nuevas vías para que las empresas encuentren nuevos socios o proyectos.

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