patrick h. lauke

Cuando una actividad falla, el programa activa mecanismos para tratar de recuperarse. Si pasa mucho tiempo, es decir hay un time out y no es posible reintentar el inicio o abortar la petición por completo, en respuesta al error el programa se detiene por completo y se reinicia.

Esa descripción es más o menos lo que muchos usuarios de Windows experimentan incontables veces en su vida. Los "pantallazos azules de Windows", suceden cuando el sistema encuentra un problema que puede estar relacionado con software, hardware o brujería; y deja de funcionar por completo. Windows, entonces se detiene, porque no le es posible continuar funcionando y, al reiniciarse, el código puede ejecutarse desde cero con la esperanza de no encontrar el mismo error nuevamente.

La pantalla azul no es siempre de la muerte

Esto pasa mucho, a pesar de todo el drama que muchos usuarios arman cuando las ven, las pantallas azules no representan problemas recurrentes la mayoría de las veces. La pantalla azul viene y luego se va. En muchos casos ni siquiera la vuelves a ver. A menos que el problema esté relacionado con alguna pieza del hardware, la pantalla azul no es de la muerte. Una tarjeta madre quemada, eso es la muerte.

Muchos ordenadores de escritorio incluyen un botón de reset precisamente para lidiar con estos errores, ya que reiniciar el sistema es mucho menos estresante para el hardware que el apagado, porque la inyección de energía no se detiene; además de que este tipo de reinicio mediante el botón no puede ser prevenido por el sistema operativo. Con el tiempo la mayoría de los ordenadores han eliminado este botón. Pero, por otro lado los sistemas operativos se han vuelto más eficientes a la hora de permitirnos reiniciar cuando un problema se presenta.

Siendo un poco más justos, Windows no es el único sistema que se beneficia del botón de reset; ni los ordenadores son los únicos dispositivos que sufren de estos errores. Lo mismo pasa con los smartphones, los modems, los routers, etc. ¿Cuantas veces no hemos reiniciado el router o el modem por tener problemas con nuestra conexión a Internet, y todo se soluciona apretando ese botoncito?.

¡Reiniciarlos a todos!

yum9me

Los dispositivos móviles modernos a pesar de tener muy pocos botones, cuentan con una combinación de teclas que nos permite reiniciar el sistema cuando ocurre un problema del cual no pueden recuperarse. Por ejemplo, en un iPhone o iPad en caso de que la pantalla no responda, podemos presionar por varios segundos el botón principal y el de encendido para reiniciar el dispositivo.

Las consolas de videojuegos, salvo las generaciones más recientes, todas incluían un botón de reset para esos casos en los que el juego se "colgaba". Presionar ese botón nos dejaba seguir jugando, y sin importar cuantas veces lo hiciésemos la consola seguía funcionando.

Cualquier programa puede sufrir este tipo de errores, y detenerse. Por tanto necesitan cerrarse para volver a su estado original libre de errores, en el próximo inicio.

Por ejemplo, en el caso de Goolge Chrome, un navegador que consume enormes cantidades de memoria RAM, y que genera procesos individuales para cada pestaña, cada extensión, cada plugin, etc. Y que a pesar de que cerremos casi todas las pestañas sigue "extrañamente" consumiendo más y más, termina por ponerse lento y llevarse el resto del sistema por el mismo camino. Reiniciarlo lo regresa a un estado limpio y resuelve la excesiva fuga de memoria.

Lo mismo aplica para todo el software, y aunque algunos sistemas son más eficientes que otros resolviendo errores, y recuperándose de ellos, no son inmunes, ni infalibles.

Es un paliativo, no una cura.

Aunque lo ideal sería averiguar cual es la causa de un problema y resolverlo, reiniciar puede solucionar en muchos casos una gran cantidad de errores, y por supuesto resulta mucho más fácil y consume mucho menos tiempo. Si el error se soluciona con un simple reset podemos continuar nuestra vida felices, ya que es realmente una solución valida.

Con esto no queremos decir, que reiniciando siempre vamos a solucionar todos los problemas, ni mucho menos. Cuando los errores persisten y son recurrentes, sabemos que algo está fallando y atacar el problema de raíz es la solución permanente. Entrar en un bucle infinito de reinicio, no es precisamente la forma más práctica de vivir, ni tampoco un incentivo a nuestra productividad. Si los reinicios son cosa de varias veces al día, entonces definitivamente hay algo mal con tu ordenador y necesitas hacerle mantenimiento, repararlo o cambiarlo por uno nuevo.

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