En julio del año pasado publicábamos un artículo que funcionó bastante bien sobre cómo gestionar y liberar la memoria de Google Chrome, en el que dábamos algunos consejos sobre tratamiento de ventanas y pestañas además de la gestión de complementos que no utilizábamos o que rara vez lo hacíamos.
La verdad es que el ya no tan pequeño navegador de Google ha crecido tanto que a día de hoy es el que impone cambios en el sector. Una de las mejores ideas que incluyen las últimas versiones es el administrador de tareas, un paso lógico en un mundo en el que los navegadores son mucho más que un cliente web, y a través de los cuales accedemos a aplicaciones de terceros que han llegado a ser más importantes que las de escritorio. El futuro es la web.
Todos los consejos que dimos están muy bien, pero puede que se queden cortos para los power-users, ya que damos por hecho que siempre van a utilizar los complementos adecuados y que van a abrir las pestañas necesarias. Pues bien, The Great Suspender puede ser un muy buen aliado, ya que es una extensión que nos permite suspender pestañas dependiendo de la actividad de las mismas, además de cargarlas automáticamente o recargarlas.
Por suspender se entiende que podemos más tarde recuperarlas, y para ello The Great Suspender guarda la información relativa a las páginas web para hacer un volcado y que recuperemos la sensación de frescura del navegador, recuperando las pestañas en cualquier momento.
The Great Suspender se puede utilizar de forma manual, eligiendo qué y cuando suspender, o de forma automática, tal vez la opción más interesante, gracias a la cual podemos programar la suspensión de pestañas tan pronto como las mismas llevan unos determinados minutos sin utilizarse. Todo esto se complementa con la posibilidad de crear listas de pestañas que bajo ningún caso se suspenderán, como por ejemplo la pestaña de Gmail, o la de ese servicio del que necesitamos estar siempre pendientes.