Windows 8

Hace algunas semanas os hablabamos de una opción para personalizar Windows 8 mediante una instalación desatendida, al más puro estilo nLite que utilizábamos en Windows XP pero adaptado al nuevo sistema de Microsoft. Se trata de una utilidad muy básica pero que puede cubrir la mayoría de los casos en los que usuarios casual necesiten hacerlo, aunque para quien necesite más, Windows ADK puede y debe ser la solución.

¿Qué es exactamente ADK? Lejos de ser una utilidad, se trata de un conjunto de herramientas que sirve para personalizar el sistema y adaptarlo a las necesidades de cada usuario o corporación que lo utilice. Ideal para equipos nuevos y para fabricantes o distribuidores que desean personalizarlos, está disponible en varios idiomas entre los que por supuesto se encuentra el español.

Windows ADK es, como digo, una suite de herramientas, entre las que destacan las siguientes:

Kit de herramientas de compatibilidad de aplicaciones o ACT Herramientas de implantación Herramientas de migración de estado de usuario o USMT Administración de volúmenes o VAMT Kit de herramientas de rendimiento o *WPT Kit de herramientas y servicios de evaluación Entorno de preinstalación de Windows, o Windows PE

El enfoque que tiene ADK es un tanto profesional, pero eso no impide que cualquier usuario que quiera pueda probarlo, y de hecho se ofrece de forma gratuita y para las últimas versiones de Windows desde Vista, incluyendo el ya no tan nuevo Windows 8.

Pongamos un ejemplo de su funcionamiento. Lo primero sería comprobar y evaluar la instalación que queremos realizar y el rendimiento que ofrece el equipo o equipos de destino -como digo, se trata de una herramienta enfocada a corporaciones que normalmente utilizan muchas licencias de Windows-. Asegurándonos de que todo esta correcto con los diferentes equipos, utilizaríamos Windows PE para crear una imagen ISO y más tarde arrancarla. Es allí donde personalizamos el sistema y agreagamos o retiramos aplicaciones, para finalizar con la imagen base que sería el producto final.

Una vez la tenemos, se hace un deploy o despliegue en los equipos de destino, el cual puede actualizarse en caso de que sea necesario para incluir nuevos drivers o idiomas. Todo esto puede encontrarse en la extensa MSDN de Microsoft, aunque seguramente lo más fácil sea empezar por la Guía de inicio rápido de Windows ADK que ofrecen.

Por último, recordaros una vez más que si tan sólo queréis crear una instalación personalizada (accesorios, fuentes, idiomas...) y desatendida de Windows 8, también está la opción, más sencilla, de WinReducer 8, del que hablamos hace poco y que nos permite hacerlo mediante un cómodo asistente.

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