Podemos decirlo desde el comienzo: el 2011 ha sido un gran año para Spotify. Y una de las razones más grandes fue su desembarco en Estados Unidos, y su alianza con Facebook para proveer contenido multimedia a la red social. Finalmente, también tuvo mucho que ver la llegada de Spotify Apps, que respondió a los pedidos de los usuarios de tener más variedad dentro del servicio. Por eso, no es ninguna sorpresa que, después de revelar la lista de las canciones más escuchadas del año, también tengamos la información sobre la cantidad de discográficas que se sumaron a Spotify: unos 300.000 sellos independientes.

Las estadísticas, muy alentadoras para la música independiente, también indican que se subieron unas 20.000 canciones por día. Así, Spotify realmente se ha convertido en una gran herramienta para descubrir música. Pero no todas las discográficas opinaron lo mismo: una gran distribuidora, que representa a unos 200 sellos, quitó todo su catálogo de Spotify (así como también de servicios como Rdio y Simfy). Sellos como Sub Pop Records y Merge Records (dos de los íconos de la música independiente de Estados Unidos) apoyaron plenamente a Spotify y encontraron una forma de beneficiarse recíprocamente. Algo de lo que pueden aprender los grandes sellos.

Este último año, Spotify aumentó la cantidad de países en la que estaba presente y la subió a 13, sumando a Dinamarca, Suiza, Austria y Belgia, en Europa, y como ya dijimos, al poderoso Estados Unidos, que lo adoptó rápidamente. El servicio también aprovechó para accionar en contra de sus competidores, y lanzó Spotify Radio, a comienzos de diciembre. Pero uno de sus hitos más grandes fue su llegada e integración con Facebook, la red social más grande del mundo que le abrió las puertas a millones de usuarios potenciales.

Tenemos que tener en cuenta que Spotify apenas tiene 3 años. En esos escasos tres años, revolucionó el modelo de la música en streaming, y cambió la forma de consumo musical de muchos países europeos, como por ejemplo, Suecia, en donde descendió la piratería. Pero el 2011 se distingue particularmente, porque Spotify redobló la apuesta con dos acciones interesantes y que resultaron ser muy rentables: una alianza con Facebook, y Spotify Apps.

Gracias a Facebook, con el cual se integró y comenzó a requerir a sus usuarios que tuvieran una cuenta en esta red social, Spotify sumó 4 millones nuevos de usuarios, y 2,5 millones de nuevos usuarios de pago, un número interesante. Facebook era el empujón que necesitaba Spotify en los Estados Unidos, un mercado al que es difícil ingresar si no somos locales, y en el que es aún más difícil poder mantener un negocio online rentable, sobre todo del tipo que propone Spotify. Las grandes discográficas son una de las piedras más grandes que tiene en el camino, pero este ha sido un desafío que, por ahora, ha superado con éxito.

En segundo lugar, hace unas semanas Spotify finalmente anunció la llegada de Spotify Apps, aplicaciones integradas de terceros, que pueden ser instaladas sin la necesidad de tener una cuenta Premium. Desde aplicaciones de noticias, como las de Rolling Stone y Pitchfork, hasta aquellas de letras de canciones e información musical, las aplicaciones le dieron el valor agregado que Spotify necesitaba para afianzarse en el mercado. Todas aquellas demandas de agregar más valor al servicio fueron respondidas, de una gran forma, con esta serie de aplicaciones que hasta incluyen un periódico.

Por eso, resta preguntarnos qué le quedará a Spotify el año que viene: seguramente, una de sus metas más grandes será afianzarse en los Estados Unidos, y comenzar a intentar a comprender a sus competidores, que están repitiendo la estrategia de Spotify, pero en países en los que Spotify todavía no ha desembarcado. Por ejemplo, Deezer está listo para llegar a Latinoamérica. Quien sabe, quizás en 2012 se cumpla esa expectativa.

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