"Donde dije digo ahora digo Diego". El dicho que habremos escuchado más de una vez es bastante aplicable a GoDaddy, el registrador de dominios de Internet que sufrió un boicot la semana pasada por su apoyo a SOPA, la ley antipiratería que pretende introducir la censura en la red. Si comenzó apoyando claramente a SOPA, y retiró su apoyo una vez comenzó el boicot, ahora notifica su oposición expresa tanto a esta iniciativa como a Protect IP al tiempo que reconoce la pérdida de usuarios sufrida.
Estas son las declaraciones que ha realizado su CEO Warren Adelman:
Hemos observado un aumento en las transferencias de dominio, que se están ejecutando por encima de lo normal y que atribuimos al apoyo inicial de GoDaddy a SOPA, el cual fue revertido. GoDaddy se opone SOPA porque la legislación no ha cumplido con su requisito básico de construir un consenso entre las partes interesadas en la tecnología y las comunidades de Internet. Nuestra empresa lamenta la pérdida de cualquiera de nuestros clientes, que siguen siendo nuestra mayor prioridad, y esperamos poder reparar las relaciones y recuperar sus negocios con el tiempo.
Mi pregunta es, ¿cómo puede una empresa pasar de una postura a su opuesta en apenas una semana? Por mucha justificación que intenten darle, está claro que su replanteamiento es forzado por la situación, y no porque sea lo que crean realmente. Esta es la última estrategia de GoDaddy después de que se supiera que estaba poniendo trabas a los usuarios que querían irse del servicio, como solicitar autorizaciones por escrito o enviar información incompleta a los otros registradores con el fin de retrasar o bloquear las migraciones.
Lástima que no sepamos exactamente cuántos clientes ha perdido GoDaddy los pasados días, aunque para que una firma haga lo que hemos presenciado y os estamos contando la cifra tiene que ser elevada. ¿Qué tendrán pensado para ese esfuerzo por reparar las relaciones, que mencionan en la nota?