En el día de ayer, fuimos testigos de una nueva cuenta y servicio patrocinados desde el mismo Twitter, denominado Twitter Stories. De hecho, ya podemos seguirlos, y enterarnos de historias maravillosas y sorprendentes que tienen un denominador en común: la red social del pajarillo.
Desde Twitter, ya se encargaron de publicar varias historias como puntapié inicial, pero este es un servicio que se quiere seguir ampliando en el futuro. La compañía está pidiendo a sus usuarios que a través del hashtag #twitterstories, o mencionando a la cuenta @twitterstories. La idea es "recordar la humanidad" que se esconde detrás de cada tweet, y mostrar cómo Twitter puede ser, aunque ya lo sepamos, una importantísima herramienta de comunicación. Se sugiere que cada historia contenga una imagen o un video para ser más ilustrativo.
Es ciertamente una iniciativa muy interesante, porque muchas veces escuchamos de "casos de éxito" de marketing o sobre algo sorprendente que pasó gracias a Twitter, pero no cabe duda de que existen pequeñas historias esperando para ser contadas.
De las historias compartidas podemos destacar algunas cuantas, que ya conocemos por la cantidad de prensa que han tenido, pero que nunca está de más recordar:
El primer astronauta en "tuitear" desde el espacio, Mike Massimino. ¿Su mensaje? "Desde órbita: El lanzamiento fue espectacular! Me siento genial, trabajando duro, disfrutando las magníficas vistas, la aventura de mi vida ha comenzado!".
Chad Ochocinco, jugador de fútbol americano en los Estados Unidos, cuenta con casi 3 millones de seguidores, y este año, Chad cumplió con el sueño de muchos cuando invitó a cien de sus fans de Twitter a cenar una comida de cangrejo con él. De hecho, esa no fue la primera vez que lo hizo: ya había invitado a otros seguidores a dos cenas anteriores.
Cuando Roger Ebert, uno de los críticos de cine más importante de los Estados Unidos, perdió su voz debido a complicaciones del cáncer que lo aquejaba, encontró una nueva forma de comunicarse y, en cierto sentido, una nueva voz, a través de Twitter. Ebert nos demostró que aunque no podamos hablar, eso no significa que no tengamos una voz para ser escuchados.
Aaron Duran no es una celebridad, pero no por ello su historia no es interesante. La librería independiente de la mamá de Aaron estaba en problemas debido a la crisis económica, y quiso ayudar. Hizo un post al respecto en su blog, y en su cuenta de Twitter afirmó que le compraría un burrito a cualquiera que gastara más de 50 dólares en la tienda de su madre. La estrategia funcionó: el negocio de su madre mejoró a base de ReTweets, y continúa abierta.
Burberry es un caso de éxito en el área de marketing. A través de su cuenta de Twitter, la compañía de diseño de modas comparte sus modelos antes de que lleguen a la pasarela: los seguidores de Burberry pudieron ver los nuevos diseños aún antes que las personas que estaban en la primera fila de sus desfiles.