Volvemos a una nueva edición de Historia del Software, donde repasamos la “vida y obra” de algunas de las compañías y sistemas más relevantes de nuestro tiempo. En el día de hoy, nos adentraremos en el mundo de Adobe Systems, que últimamente ha estado en la mira de todos después de su reciente decisión de abandonar su producto Flash para los sistemas operativos móviles.

Allá por el año 1982, John Warnock y Charles Geschke decidieron abandonar su empleo en Xerox y fundar su propia compañía, llamada Adobe, para vender su versión del lenguaje PostScript. Tan sólo 3 años después, en 1985, la empresa de Steve Jobs, Apple Computer, licenció el uso de PostScript en sus impresoras LaserWriter. Este hecho marcó una verdadera revolución en las impresiones de escritorio, hasta ese momento sólo tímidamente implementadas.

¿Por qué el nombre Adobe? Los dos fundadores de la compañía decidieron llamarla así por el arroyo Adobe de la ciudad de Los Altos, en California, que pasaba por detrás de la casa de uno de ellos. Después del producto PostScript, Adobe viró hacia el diseño con el lanzamiento de un formato llamado Type 1. Apple, por su parte, desarrolló al mismo tiempo True Type, su competidor, por lo que Adobe tuvo que responder con Adobe Type Manager, un sistema más preciso que el de la compañía de la manzana. La batalla tuvo dos ganadores, porque mientras Apple se quedó con una licencia de Windows que le permitió acercarse al usuario promedio de ordenadores, Type Manager se convirtió en el standard para el mercado de la publicidad gráfica.

A mediados de los años ’80, Adobe realmente apostó fuerte en su futuro y se metió de lleno en el mercado de consumo de software, con Adobe Illustrator. Dejó las diferencias que tenía con Apple de lado y adaptó su producto a su sistema operativo. De ahí en más, Illustrator fue una revolución: ninguno de los anteriores programas tenían la precisión que este fabricado por Adobe, y abrió puertas hasta entonces impensables en el diseño gráfico. Recién a finales de los años ’80, exactamente en 1989, Adobe cambió su historia, y también la del diseño y la fotografía, con la introducción de su revolucionario Photoshop.

No pasó demasiado tiempo hasta que Photoshop dominara completamente el mercado. Después del lanzamiento de InDesign, finalmente le dio un cuerpo a esta serie de lanzamientos con la edición de su primera Creative Suite, y de ahí en más se fueron sumando nuevos programas como Premiere, PageMaker, y After Effects, entre otros.

La “frutilla del postre”, podría decirse, llegó en 2005, cuando Adobe adquirió la compañía competidora Macromedia y por ende, sus productos Coldfusion, Dreamweaver, Flash y Flex. Por supuesto, el programa más fuerte de esta serie era Flash.

Pero no nos olvidamos de mencionar uno de los hitos más importantes en la historia de Adobe: la inauguración del formato PDF, o Portable Document File, lanzado al mercado en 1993. Desde ese entonces, el PDF se ha transformado en una norma ISO internacional y es el standard electrónico para la mayoría de los documentos tanto privados como empresariales.

¿Qué tiene reservado el future para Adobe? Las cosas podrían volverse turbias, después de que se pierda una nueva batalla contra Apple y, en esencia, el HTML5: Adobe anunció hace algunos días que abandonará Flash para el desarrollo de aplicaciones móviles, para concentrarse en el protocolo que viene impulsando la compañía de la manzana desde hace ya un buen tiempo. Sin embargo, no sólo de Flash se sustenta la compañía, y recientemente ha lanzado las versiones para tabletas de Photoshop y de buen parte de su Creative Suite, y tiene en mente el lanzamiento de la versión CS6 dentro de los próximos meses.

 

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