El pasado mes de septiembre, Amazon abría por fin las virtuales puertas de su tienda en España, algo que se había hecho esperar demasiado tiempo y que, al fin, suponía la llegada de una compañía sólida en el ámbito del comercio electrónico que se ha ganado a pulso una gran reputación en el trato y el servicio al cliente. La llegada de la tienda, bajo mi punto de vista, no es positiva, únicamente, porque aumenta la oferta existente sino porque, a medio plazo, Amazon.es podría convertirse en un potente tractor que haga que el resto de tiendas virtuales mejoren y se vuelvan más competitivas (lo cual redundará en un mejor servicio al cliente). En un mundo en el que usamos cada vez más el móvil, el tablet o el reproductor de música para navegar, Amazon incluye ya a su tienda española en la aplicación para iOS para hacer mucho más fácil la visita y, como no, la compra.
La aplicación para iOS (es decir, destinada al iPhone, al iPad y al iPod y disponible en la App Store) permite al usuario comprar, comparar precios y leer opiniones desde una aplicación diseñada expresamente para realizar todas estas funciones de una manera cómoda. Además, los usuarios podrán navegar por las estanterías virtuales tanto de la tienda española como de Francia, Italia, Japón, Reino Unido o Alemania, todo ello desde la misma aplicación.
Detalles como este son los que hacen que una tienda virtual marque la diferencia y, sobre todo, potencie sus ventas porque, teniendo en cuenta el hábito del consumidor y su tendencia a navegar desde dispositivos que no son ordenadores personales, se preocupan por optimizar la experiencia del usuario y mejorar su tasa de conversión. La campaña de navidad está muy cerca de comenzar, por tanto, cualquier vía de acceso a una tienda virtual como Amazon es una inversión susceptible de transformarse en ventas y, por tanto, en ingresos.
Si cerrasen el círculo con una aplicación para Android, el movimiento sería perfecto.