Definitivamente las organizaciones gubernamentales y la industria militar tienen un serio problema de seguridad que no terminan de abordar correctamente. En apenas un año hemos visto cómo se han visto comprometidos los sistemas de información de organizaciones militares (como la OTAN), contratistas de defensa u organizaciones de inteligencia (como la CIA). La última en caer, según podíamos leer esta mañana, ha sido la industria militar japonesa, concretamente, Mitsubishi Heavy Industries, que va a tener el dudoso honor de ser la primera compañía del sector de la defensa en Japón en ser víctima de un ciberataque (o al menos en hacerlo público).
Mitsubishi Heavy Industries es la encargada del desarrollo de misiles guiados, motores de misiles, submarinos y equipamiento para centrales nucleares, es decir, material bastante crítico y, por tanto, proclive a generar importante documentación con la que se puede comerciar. Según parece, se habrían encontrado unos 80 ordenadores (tanto en la sede central de Tokio como en otras delegaciones) infectados por malware y de los cuales habría salido la información. A través de un portavoz, la compañía ha confirmado lo sucedido sin dar, eso sí, demasiados detalles.
Hemos encontrado algunas fugas en nuestros sistemas de información y el caso es lo suficientemente espeluznante. No podemos descartar que no se vaya a producir alguna filtración más, sin embargo, la información más crítica sobre nuestros productos se ha mantenido a salvo
Lo espeluznante, realmente, es que la compañía se enteró el 11 de agosto que esto estaba ocurriendo y, además, desde que ocurrieron los robos de información en los contratistas de defensa estadounidenses, el Ministerio de Defensa de Japón alertó a todos sus proveedores para que extremasen las medidas de seguridad de sus sistemas.
El dedo acusador, según se comenta en Reuters, apunta a China, sin embargo, por ahora no es más que una mera conjetura. Lo que sí ha trascendido es que al menos 8 tipos de malware se ha podido encontrar en las oficinas de Mitsubishi (incluyendo un Troyano) que, actualmente, es el mayor contratista del Ministerio de Defensa de Japón (con 3.400 millones de dólares en contratos firmados).