Una de las noticias de la semana fue la detención en España de supuestos integrantes del grupo Anonymous, a quienes el Cuerpo Nacional de Policía calificó como miembros de la cúpula del movimiento. Esto no sólo disparó críticas y comentarios humorísticos en las redes sociales, sino que también trajo su consecuencia lógica: un ataque DDoS contra la propia web de la Policía.

La convocatoria fue realizada para anoche a las 23.30 desde la cuenta de Twitter @Anon_Central y pudo seguirse a través del hashtag #oppolicia. Durante la madrugada, la fuerza de seguridad reconoció que sus servidores se encontraban saturados.

En el comunicado desde el cual se lanzó la llamada Operación Policía, Anonymous contestó a las referencias que hizo la Policía sobre el grupo, donde se aludía a cúpulas y células:

No somos terroristas. Somos ciudadanos luchando por derechos que han sido coartados y somos únicamente responsables de la defensa de aquello que es justo. Con este proceso, por tanto, acrecentáis nuestros motivos para continuar nuestra lucha.

Además, se aclaró que el objetivo del movimiento es "luchar por los Derechos Humanos, la libertad de expresión y la transparencia" de manera pacífica, tanto en las calles como en las redes. Es decir, algo completamente distinto a una organización terrorista, de las cuales sobran ejemplos en distintas partes del mundo.

Claramente, el golpe de efecto que se buscó con las detenciones no dio el resultado esperado. No sólo porque quedó en evidencia el desconocimiento sobre las particularidades de Anonymous, sino que ocurrió una vez más lo que suele pasar en estos casos: cuando hay mucha gente involucrada con una causa, aún si existen líderes que son apresados, otras personas tomarán su lugar para continuar con la lucha.

Foto: MuySeguridad

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