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Las filtraciones y el espionaje industrial siempre han existido, si bien es cierto que Internet en particular, y la tecnología en general, ha facilitado mucho más las cosas. WikiLeaks, que ha puesto en entredicho a la diplomacia estadounidense, o recientemente, el caso de Kaspersky y un ex-empleado que filtró el código fuente de su antivirus, son dos ejemplos claros de cómo una filtración puede hacer temblar una organización o amenazar a un negocio. Pues parece ser que tenemos otro caso en uno de los grandes, Microsoft, que acusa a un ex-empleado de robar documentos confidenciales que podría haber estado usando en su nuevo empleo en Salesforce.

Microsoft acusa a Matt Miszewski, un antiguo responsable de negocio de la compañía, de robar 600 MB de información confidencial (distribuida en 900 archivos que aglutinarían más de 25.000 páginas), que habría copiado de su PC, justo antes de abandonar la compañía. Miszewski declaró, al dejar su puesto en Microsoft a finales del pasado año, que, simplemente, estaba copiando archivos de carácter personal, sin embargo, Microsoft afirma, tras revisar su equipo, que, realmente, copió planes de negocio relativos a las estrategias de la compañía tanto en el sector público como en cloud computing.

Si tenemos en cuenta que Salesforce, el nuevo destino de Matt Miszewski, es uno de los competidores de Microsoft en el campo del CRM en modo SaaS, este empleado podría colocar a su nueva empresa en una posición de clara ventaja, puesto que conoce todos los pasos que va a dar Microsoft en este 2011, sobre todo, porque el nuevo puesto de Miszewski es, precisamente, el de vicepresidente de la división de CRM de Salesforce.

Para empezar, Microsoft ha llevado el caso a los tribunales y, de manera cautelar, la Corte Suprema del estado de Washington, Miszewski ha sido apartado de Salesforce, al menos, mientras que dure la vista.

> Esta información es muy valiosa para la competencia de Microsoft, incluyendo a Salesforce, tanto en términos de capitalización de los esfuerzos empleados por Microsoft en la elaboración del material sustraído, así como desvelar detealles relativos a las estrategias propias de Microsoft. El señor Miszewski está tomando muy a la ligera sus obligaciones relativas a la confidencialidad

No es la primera vez que Salesforce y Microsoft se ven la cara en los tribunales puesto que, el pasado año, se acusaron mutuamente de violación de patentes.

> Cuesta creer que Miszewski pueda realizar su trabajo en Salesforce sin utilizar información confidencial de Microsoft

La verdad es que en esta última declaración, creo que Microsoft tiene parte de razón, gran parte de los conocimientos de Miszewski, en lo relativo a CRMs y estrategias del mercado, los ha adquirido en Microsoft, pero a eso se le llama know-how y es un riesgo que las empresas corren cuando uno de su empleados decide marcharse. Mientras no fabriquen los aparatos para "borrar mentes" como en Men in Black, poco van a poder para evitarlo. Lógicamente, cuando alguien se marcha de una empresa (o cuando entra a trabajar en ella), está sujeto a algún tipo de acuerdo de confidencialidad y no divulgación, pero eso no evita que alguien, que se pase a la competencia, base sus decisiones en lo que aprendió en su época anterior.

Para luchar contra eso, básicamente, lo único que les queda a las empresas es instaurar una buena política de retención del talento. Otra cosa muy distinta es el robo de documentación, en el caso que sea probado, sí que estaríamos ante una filtración bastante grave, pero es algo que tiene que probarse ante los jueces.

Por ahora, Salesforce ha optado por no hablar sobre procesos judiciales en curso y Miszewski, el acusado, también se ha negado a hacer declaraciones.

Imagen: All we like

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