Hace unos minutos se acaba de anunciar un gran cambio, uno de esos que casi me atrevería a decir que de carácter histórico. El presidente del Consejo de Dirección de la entidad de gestión, Eduardo Bautista, ha anunciado el nuevo programa para el 2011 de la SGAE. Un manual de código de buenas prácticas que a falta de pronunciarse y verlo redactado, suena a revolución total desde los estamentos de la sociedad. Veamos de qué se trata.
Tal y como afirma Bautista, hablamos de un proceso de cambio total. Un código donde por primera vez se pasa al consenso con el usuario individual. Entre los nuevos códigos de este manual se encontraría:
Nombrar a un defensor del cliente.
No realizar acción alguna de carácter penal contra usuarios individuales o personas físicas en el ámbito digital.
En su caso, sólo se actuará en el ámbito digital contra estructuras empresariales organizadas y donde el nivel de infracción resulte masivo.
La SGAE intensificará la información y su transparencia de los sistemas de reparto con una implicación detallada de las reglas que se aplican para garantizar que el dinero que se cobra por el uso de obras llegue a sus dueños.
Bautista ha explicado esta mañana durante un desayuno informativo en el Foro de la Nueva Cultura que las modificaciones irán ligadas con las principales recomendaciones de la Comisión Nacional de Competencia en lo que se refiere a las relaciones con los empresarios que usan su repertorio.
En resumen, no quiero aventurarme y menos tratándose de la SGAE, pero esto suena a medida revolucionaria de una sociedad que llevaba anclada y "viviendo" de las rentas demasiado tiempo. En términos individuales, el paso que acaba de adoptar la SGAE es de lo más relevante que hemos conocido casi desde la llegada de Internet, ya que por primera vez la sociedad dejará de perseguir al particular en la red, centrándose únicamente en las empresas. Como digo, habrá que esperar y verlo por escrito para creerlo.
Vía: Portaltic