Seguro que la mayoría usó alguna vez la Wayback Machine, ya sea por curiosidad o para algún trabajo de investigación. Como su nombre lo indica, es una máquina del tiempo (virtual) que permite descubrir cómo era determinado sitio web hace meses o años. Pero curiosamente, la constante evolución de Internet podría afectar al servicio, porque ahora se encontró con una demanda por violación de copyright.
Esta herramienta nació en 1996, por iniciativa de la organizaicón sin fines de lucro The Internet Archive**. Entre los distintos usos que se pueden hacer de este enorme trabajo documental, podemos ver cómo evolucionaron Yahoo! y Google o una versión de Bitelia en 2006, algo ligera de ropa. Sin embargo, para la RIAA, esto viola los derechos de autor.
Puntualmente, hace referencia a casi 600 imágenes de su website oficial, que The Internet Archive indizó y almacenó en sus propios servidores. Por este motivo, está solicitando 150 mil dólares** (aproximadamente 115 mil euros) como compensación por cada imagen copiada.
Si el juicio prospera y llega a una sentencia condenatoria, la Electronic Frontier Foundation advierte que, además de pagar hasta 89 millones de dólares (unos 68 millones de euros), la jurisprudencia puede complicar la continuidad del servicio. ¿Por qué? Cualquiera podría iniciar su propia demanda, ya sea de manera individual o colectiva. Tomando como base el reclamo de la RIAA, la indeminización por todos los contenidos disponibles en la actualidad, sería equivalente a 2000 veces la deuda externa de los Estados Unidos.
Como antecedentes, la Justicia dio la razón a Google por el uso de miniaturas en el buscador de imágenes. Básicamente, se entendió que existe un fair use, aunque también debemos recordar que es posible quitar cualquier archivo del buscador, con sólo utilizar el fichero robots.txt o solicitarlo a la compañía.
Wayback Machine sigue exactamente las mismas pautas de remoción, que se aplican a todo el material correspondiente al sitio en cuestión. Pero además, recordemos que el objetivo principal de la herramienta es permitir investigaciones o análisis sobre los contenidos, muy lejos de cualquier meta comercial. ¿Serán suficientes estos argumentos para descartar la demanda?
Vía: ArsTechnica