Pues sí, esa es la respuesta que ha dado el gobierno de España a una pregunta realizada por el diputado de CiU, Carles Campuzano, a colación de las medidas aplicadas en Alemania para prohibir el uso de la información recopilada en las redes sociales en los procesos de selección a puestos de trabajo. A finales de agosto, Alemania legislaba con mano dura este aspecto, ya que, investigar los perfiles de los candidatos en las redes sociales, comenzaba a ser práctica habitual en las empresas. Está claro que cada vez que subimos algo a Facebook, estamos dejando un rastro en la red con información que puede ser comprometedora o no, pero se supone que forma parte de nuestra vida privada.

Así lo entendió Alemania, porque aunque muchos perfiles de Facebook sean públicos, consideró que una empresa no tenía derecho a excluir a un candidato por el mero hecho de que las fotos que tuviese subidas no agradasen al personal de RRHH o al reclutador de turno.

Es curioso, porque este es uno de los casos en los que haría falta una intervención por parte del Ejecutivo, bueno, si lo pienso mejor no porque cada vez que se atreve a legislar algo relacionado con Internet, se acaba posicionando del lado contrario a la ciudadanía (la neutralidad, la Ley Sinde, este 2010 está siendo un año demasiado negro). El caso es que, en esta ocasión, en la que sí que existe cierto riesgo de discriminación por motivos ajenos a las competencias de un puesto de trabajo, nuestro gobierno argumenta que son los propios usuarios los responsables de la información que aparece en las redes sociales, ya que éstas son de acceso y uso voluntario además de tener controles que permiten la visualización de la información.

Ético o no, cada vez es más habitual buscar en Google o en Facebook referencias sobre los candidatos a optar a un puesto de trabajo (incluso hay empresas que ofertan este tipo de servicios), casi que se ha convertido en otra prueba más del proceso de selección. Así que, si para algunos puestos hay que pasar un par de entrevistas, una dinámica de grupo o varios exámenes, se nos suma una prueba más: nuestro perfil de Facebook, un criterio de lo más subjetivo.

Insistimos en que se trata de información libre y voluntariamente vertida en las redes sociales. En tales casos, los órganos jurisdiccionales habrán de pronunciarse ante la oportuna demanda, sobre la licitud de la decisión y, en su caso, de la legitimidad en la obtención de la información en que ésta se basó

Es decir, que prefieren no mojarse y dejarle la decisión a los tribunales. Así que, para una vez que se le pide al gobierno legislar algo relacionado con Internet, nos indican que si la información es pública, el problema de que no nos seleccionen en un puesto de trabajo es, prácticamente, nuestro. Por cierto, en ALT1040, Eduardo Arcos publicó hace un par de meses una estupenda guía para administrar la privacidad en Facebook, más útil, si cabe, si estás buscando empleo actualmente.

¿Qué opináis?, ¿es lícito utilizar información recopilada de Facebook u otras redes sociales como motivos de eliminación de candidatos en procesos de selección?, yo no lo veo ético, es un criterio bastante subjetivo y discutible, pero las entrevistas también son subjetivas y están plenamente aceptadas.

Vía: PortalTIC.es | Imagen: Gulfnews.com

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: