¿Recuerdas aquel proyecto de red social tipo-Facebook que fue tremendamente publicitado por su pretensión de ser una alternativa open source respetuosa de nuestra privacidad? Sí, el mismo que con apenas una buena idea y muy pocas líneas de código escritas un puñado de post adolescentes recibió mucho capital de inversión y donación; incluso $200.000 dóls. de parte del mismísimo Marck Zuckerberg. ¿Ya lo recordaste? Sí, es Diaspora.
Hace una horas sus creadores escribieron:
Querido Internet:
Dado que agosto está casi por terminar, es hora de ofrecer una puesta al tanto y responder algunas preguntas. Hemos estado codificando. Tenemos Diaspora trabajando, nos gusta, y le haremos código abierto el 15 de septiembre.
¿Son buenas noticias? Excelentes, diría yo. Lo último que supimos del proyecto fueron los avances del primer mes de trabajo (junio). En ese entonces nos mostraron cómo se desarrollarían las diferentes formas de intercambios de información entre los miembros de la red creada por Diaspora, es decir, entre seeds. Fue interesante saber que los websockets (algo así como TCP implementado ¡sobre navegadores web!) forman parte medular de la implementación del proyecto.
Los chicos de Diaspora no han trabajado aislados del mundo. Por el contrario, ellos reconocen que han contado con la ayuda de gente como la experta en diseño de interfaces web centradas en el usuario, Janice Fraser de LUXr.
Las promesas de Diaspora no son pequeñas. Son realmente ambiciosas técnicamente hablando. Es decir, privacidad con el control total del usuario, en una red social donde se puede hacer todo y que además es software de código abierto. Por ahora será cuestión de esperar tres semanas para conocer el resultado final. Los ojos del mundo de Internet estarán puestos sobre el trabajo de esos cuatro jóvenes; también los de Bitelia.