Creo que aún las víctimas de los problemas de antena del iPhone se rieron con la enorme cantidad de chistes que pulularon por la red en los días siguientes al lanzamiento del iPhone 4. Es que cómo no reirse si Steve Jobs, quien hablaba del producto como si fuese "una nueva revolución" del mercado, ante el problema primero dijo "no lo agarres así" y luego un zen "relájate, es sólo un teléfono". Para que no queden dudas: antes del problema, una "revolución"; luego, "sólo un teléfono". Pero bueno, parecía que la primera actualización del sistema solucionaría todos los problemas, eso aunque sea es lo que dijo un comunicado oficial de la compañía.
Pero apenas emitido el comunicado oficial, se comenzaron a escuchar voces que negaban lo dicho por Cupertino, es decir dicen que se trata un problema físico, de hardware y que por lo tanto no puede ser solucionado por una simple actualización.
Por otra parte, las propias acciones de Apple parecen apuntar a este hecho, pues ¿por qué si no andan buscando ingenieros en antenas? ¿Será para que no se repita el problema en el iPhone 5? No lo creo. Además, aparentemente, el mismísimo equipo de soporte técnico de AppleCare sigue diciendo a los clientes que o bien "lo agarren distinto" a la Steve Jobs o que compren una carcasa. No, no es un chiste, esa es la respuesta oficial de soporte técnico de uno de los teléfonos más caros en el mercado y no, no estarían diciendo nada de "espere unos días a que salga la actualización".
Todo este asunto me sorprende cada día más, guste o no Apple se han caracterizado siempre por hacer productos de calidad y por un excelente imagen pública pero no sólo estamos ante un grave problema si no que parecería que el equipo de marketing no supiera qué hacer. Que una actualización vaya a solucionar del todo el problema es muy poco probable y si de hecho llega a ser así, si no soluciona el problema, ¿qué ocurrirá? Estamos hablando de millones de equipos defectuosos. ¡Creo que tendrán que pensar en algo diferente!