La blogosfera se ha estremecido con el producto presentado ayer por Google en el evento Google I/O 2010: el Google TV, un sistema que ya estaba en boca de todos aún antes de que fuera presentado ayer. Si queréis detalles pormenorizados de este invento tan sólo tenéis que leer el post publicado ayer sobre el asunto.

Lo que destacaremos aquí hoy es si podemos esperar una buena acogida y un gran futuro a Google TV o si, en cambio, vendrá a sumarse al cajón de los olvidados junto con Buzz y otros desarrollos de Google que aún no han eclosionado.

Está claro que, a primera vista, el sistema es prometedor: dotar a la televisión de los contenidos que le faltan. Además en el vídeo promocional de Google se muestran sus grandes ventajas en contraposición con un ordenador o con una televisión a secas, lo mejor de uno y otro mundo. La televisión abunda en contenido dispersado, sin ofrecer una programación clara y fiel, en cambio el ordenador solventa estos problemas pero crea otros, como es su pequeña pantalla.

La solución se llama Google TV un sistema que, integrado en la TV o como un periférico más, ofrecerá contenido a la carta además de poder acceder a Internet como si lo hiciésemos desde el ordenador. Y su utilidad es clara, por ejemplo, si estamos buscando una determinada serie, nos ofrecerá la posibilidad de verla a través de algún servicio de streaming, buscar información de la serie en la red o comprarla en Amazon.

Y aquí es donde viene el verdadero problema, pues si bien sobre la mesa todo tiene muy buena pinta, luego habrá que ver qué tipo de contenido será accesible desde cada país. Fácilmente podría convertirse en el Apple TV, un gadget que fuera de Estados Unidos es medio gadget, debido a que las negociaciones con productores y gestoras de derechos son muy complicadas y específicas a cada lugar.

Google es mucho Google, y puede casi con todo lo que se propone, pues tiene dinero suficiente, pero la tarea no se presenta fácil. Si finalmente tuviese éxito en su empeño entonces habremos entrado en una nueva era. El Google TV podría convertirse en el golpe de gracia a un medio que hace tiempo se encuentra estancado, desfasado y que sería sustituido por esta especie de Internet adaptada al salón.

¿En qué nos basamos para estar tan seguros de ello? Los últimos fenómenos televisivos como Lost y otros han sido más seguidos a través de la red y los ordenadores que desde los salones de las casas. Si a eso sumamos las nuevas apps tal y como las concibió Google hace dos días, integradas en el navegador y con una tienda repleta de útiles aplicaciones y le sumamos, para terminar, la compatibilidad con los móviles Android, desde los que podremos interactuar con Google TV, es de suponer que muchos preferirán esto a las proveedoras de contenido audiovisual tradicionales. Tendremos que esperar unos años para saber si se consiguió semejante proeza.

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