Del departamento de Culpemos a las Redes Sociales por los Males del Mundo llega la última catástrofe por la que hay que responsabilizar a Facebook: el aumento de sífilis en el Reino Unido.
La declaración fue hecha por "expertos de salud" del Servicio de Salud Nacional del país, y en ella declaran que Facebook cumple un rol importante en el reciente aumento de casos de sífilis en Teesside, Durham y Sunderland.
Por su parte, el director de Salud Pública, Peter Kelly, comentó que las investigaciones apuntan a sitios como Facebook por facilitarle a la gente el encontrarse con otras personas para tener sexo casual, y que muchos de los casos de sífilis que atendió tenían como historial compañeros sexuales encontrados a través de estas redes sociales.
Para apoyar estas inferencias, las estadísticas muestran que en las localidades donde hubo aumento de esta enfermedad, los jóvenes acceden un 25% más a las redes sociales que en el resto de Gran Bretaña.
A mi, sencillamente, me parece un planteo entre ridículo e inútil. No voy a negar, ni mucho menos, que la cantidad de encuentros que involucren el sexo casual debe haber aumentado gracias a Facebook. Pero de ahí a responsabilizar al medio por la irresponsabilidad de sus usuarios no solo es amarillista sino peligroso. ¿Qué pasó con la educación sexual? ¿Qué pasó con todos estos jóvenes que no se cuidaron como corresponde? ¿Cómo llegaron a un nuevo brote de una enfermedad que a esta altura de la historia debería estar erradicada?
Como siempre, es mucho más fácil culpar a la herramienta que a los problemas sociales de fondo que hacen que la gente la use irresponsablemente. No corresponde a Facebook sino a los padres, escuelas e instituciones gubernamentales y ONGs (si lo quisieran) educar a los más chicos en un tema tan importante como este. Seguir buscando culpas afuera no solo no ayuda, sino que nos expone al peligro de estar esperando que alguien más se haga cargo de nuestros problemas y responsabilidades.