Todos recordamos a Clipo, una de las ideas más geniales que jamás ha tenido Microsoft para molestar a los usuarios de su suite ofimática Microsoft Office. Lo que muchos linuxeros no saben es que ellos también pueden sufrirlo si lo desean.
Vigor es un clon del editor Vi cuya principal característica es la presencia de un horrible ayudante, por llamarle de alguna forma. Nada más abrirlo, nos obliga a aceptar un contrato de uso que no podemos leer aunque queramos --cambiará de posición constantemente para evitarlo.
Además de moverse por todo el escritorio soltando frases de autopromoción y diversas reflexiones abstractas, de vez en cuando nos pregunta si queremos realizar acciones que seguramente no queremos realizar, solo por molestar.
También nos pedirá confirmación cuando intentemos realizar algunas acciones peligrosas, como entrar en el modo de edición, cambiar el cursor de posición o incluso respirar. Si se nos ocurre dar una respuesta negativa, nos informará de que «para poder utilizar la característica cancelar debes actualizar a la edición servidor de VIgor». Completamente demencial.
Vigor está disponible en las principales distribuciones de GNU/Linux, pero también podéis descargarlo desde su página oficial.